jueves, 30 de julio de 2009

Aún espero

Te esperé durante horas, bajo la lluvia, en aquél café en el que nos conocimos, cansado e inquieto.

Te llamé al móvil y no lo cogiste, llamé a tu casa y no hallé respuesta. Me dejaste tirado, ¿cómo pretendes que no me enfade?, ¿cómo pudiste abandonarme así, sin ni siquiera despedirte?

Dijiste que te darías prisa, que estabas de camino, que en coche no tardarías nada. Eso mismo me dijo la policía, que te diste demasiada prisa y que aquella curva se llevó tu vida.

Te dije que no corrieras, que yo te esperaría y contestaste “tranquilo”, pero ya nunca llegaste ¿Cómo quieres que no me enfade?

1 comentario:

Deprisa dijo...

Muy buen giro argumental, un final completamente inesperado.