lunes, 27 de abril de 2009

Confusión

Me giré y retorcí al instante, como impulsado por un resorte oculto a mi espalda. No podía abrir los ojos porque una extraña fuerza venida de la nada oprimía mis párpados, pero pude notar como mis oídos reventaban a tal estridente sonido. Mi cabeza daba tumbos confusa y pesada, mientras mi cuerpo respondía con torpeza a las pocas órdenes que mi cerebro se atrevía a mandar a mis articulaciones, que ausentes de todo, sucumbían al poco de intentar obedecer. Por un momento logré abrír los ojos y solo ví oscuridad, tan ténebre y densa que pensé que nunca volvería a ver la luz. Un escalofrío agitó mi semblante mientras trataba de librarme del peso que oprimía mi cuerpo extendido y otrora relajado, mientras un estremecimiento sesgaba mi calma como si de un terremoto bajo mis piés se tratara. ¿Qué sentimiento era ese que pese a asustarme, tan familiar me era?, ¿por qué ese sonido que hervía en mis tímpanos hasta hacerlos reventar, no me era extraño?. Miles de preguntas más se agolparon en mi mente perdida cuando un halo de luz rojiza a mi lado llamó mi atención. Miré hacia allí, tomé el control de mi aliento cortado y la tensión de mi cuerpo mitigó su existencia. ¿Así que tan solo era el despertador?, otra vez a trabajar. ¡¡Demonios!!.

No hay comentarios: